El comercio electrónico puede ser la opción más asequible para una entidad, pero es importante tener en cuenta los retos que supone antes de iniciar el proyecto.
La venta de productos de merchandising por parte de las entidades es cada vez más frecuente como vía de captación de fondos. A veces el diseño de estos productos lo realizan personas trabajadoras de la misma entidad, aunque también existen plataformas web que ofrecen este servicio, como Euro Serigrafía.
En muchas ocasiones, este material se vende directamente desde la web de las organizaciones, aunque también existe la posibilidad de crear una tienda en un portal específico o utilizar herramientas como Shopify y WooComerce , una herramienta de WordPress.
Las tiendas online pueden ser económicamente asequibles por el ahorro de gastos relativos al alquiler, adecuación y mantenimiento de un espacio que suponen. Sin embargo, deben tenerse presentes una serie de cuestiones relacionadas no sólo con la inversión que comporta el formato online, sino también con las necesidades concretas de cada entidad.
¿Por qué puede servir una tienda online?
Cada organización debe escoger la estrategia de captación de fondos que sea más coherente con sus valores. En este sentido, lo primero que debe preguntarse una entidad que esté pensando en constituir una tienda online es si realmente la necesita y qué sentido tiene su creación.
Por lo general, esta opción puede servir como instrumento de comunicación con las personas colaboradoras, sobre todo si se utiliza un lenguaje cercano en el proceso de venta de los productos y si éstos transmiten ideas relacionadas con la causa de la organización.
También puede ser una buena vía de captación de fondos, pero ésta normalmente debe combinarse con otros , ya que puede no resultar tan útil como se esperaba y convertirse en una inversión perdida.
Los retos que supone
Ante todo, la entidad deberá realizar un estudio de mercado que le permita analizar la viabilidad económica de la tienda. Es primordial considerar previamente el presupuesto del que se dispone, ya que de éste dependerá el enfoque del proyecto y la forma de trabajar en él.
Otro reto es conseguir una audiencia suficiente y fiel para que la venta sea rentable a largo plazo. Existen recursos que pueden ayudar a las organizaciones a saber si van a tener un número adecuado de personas colaboradoras. Se puede dar, por ejemplo, la opción de realizar precomendados de los productos.
Por último, hay que tener en cuenta que la logística de una tienda online (abastecimiento, gestión del stock, empaque, envíos…) no siempre es fácil, y que ésta variará según las características de cada proyecto.
Consejos para empezar
- Analizar otras tiendas del sector que funcionen puede servir como hoja de ruta. También se les puede pedir consejo y cooperación, siempre considerando que sus principios no sean contrarios a los de la propia entidad.
- Es igualmente importante cuidar el diseño y la calidad de los productos a la venta. Éstos, además, deberían identificarse con los valores de la organización.
- Invertir tiempo y recursos en la realización de un plan de marketing es vital. Éste servirá para definir cada una de las fases del proceso de venta. Asimismo, contratar a alguna persona experta en posicionamiento web puede marcar la diferencia.
- En ocasiones, las tiendas físicas también se convierten en espacios que se aprovechan para organizar charlas y exposiciones. Las tiendas virtuales pueden asociarse a un blog en el que tratar temas de interés o en el que se explique el proceso de elaboración de los productos que se venden.
- La fase de difusión iría incluida en el plan de marketing. Ésta puede darse de forma híbrida: a través de las redes sociales, el boletín, la web y los medios de comunicación, pero también con el material impreso de la organización, en el barrio y en los eventos en los que se participe.