Hace años que el modelo económico lineal (producir–usar–tirar) comenzó a mostrar sus límites. Frente a esta situación, la economía circular aparece como una propuesta regenerativa que busca reducir el desperdicio, alargar la vida útil de los productos y repensar cómo producimos y consumimos.
Si bien el concepto suele asociarse al mundo empresarial o industrial, su aplicación en el tercer sector es tanto posible como urgente. Las entidades sociales no solo pueden beneficiarse de prácticas circulares, sino que están en una posición privilegiada para liderar con el ejemplo, sensibilizar y movilizar a las comunidades hacia modelos de vida más sostenibles.
¿Por qué hablar de economía circular en el tercer sector?
Integrar la economía circular en la gestión de entidades sociales no es solo una cuestión ambiental. Es también una oportunidad para:
- Optimizar recursos y reducir costes operativos.
- Generar empleo verde e inclusivo en colectivos vulnerables.
- Promover una cultura de sostenibilidad coherente con los valores del tercer sector.
- Alinear la acción de la entidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente:
- ODS 12: Producción y consumo responsables
- ODS 13: Acción por el clima
- ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles
- ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
¿Cómo puede una entidad del tercer sector aplicar principios de economía circular?
Aquí van algunas estrategias sencillas pero eficaces para comenzar:
1. Rediseñar procesos internos
- Fomentar la reutilización de materiales en talleres, oficinas o actividades comunitarias.
- Evitar productos de un solo uso en eventos, encuentros o formaciones.
- Digitalizar procesos para reducir el consumo de papel.
2. Aplicar criterios de compra responsable
- Priorizar proveedores locales y productos con bajo impacto ambiental.
- Introducir cláusulas verdes en las contrataciones y licitaciones.
- Apostar por productos reutilizados, reciclados o reacondicionados.
3. Gestionar residuos de forma consciente
- Establecer puntos de recogida selectiva y compostaje en la sede o en actividades.
- Colaborar con entidades recicladoras locales o iniciativas de economía social.
- Promover talleres de reparación o intercambio de objetos.
4. Diseñar proyectos con impacto circular
- Integrar objetivos ambientales en los proyectos sociales.
- Incluir indicadores de sostenibilidad en la evaluación de proyectos y memorias.
¿Por dónde empezar? Checklist básico para entidades
✅ Revisar los consumos actuales de materiales y recursos
✅ Establecer un plan de reducción, reutilización y reciclaje
✅ Involucrar al equipo y personas usuarias en la cultura circular
✅ Buscar alianzas con entidades ambientales, empresas sociales o ayuntamientos
✅ Comunicar los avances y aprendizajes como parte de la misión social
Cerrar el círculo, abrir nuevas oportunidades
La economía circular es un camino estratégico hacia un futuro más justo, resiliente y sostenible. Para el tercer sector, representa una herramienta poderosa para reforzar su coherencia, eficiencia y capacidad transformadora.