Los Puntos Lila son espacios seguros y visibles que se instalan en contextos de ocio, festivos o públicos con el objetivo de prevenir, detectar y actuar ante las violencias machistas y LGTBIfóbicas. Estos puntos ofrecen atención, acompañamiento y sensibilización, y son una herramienta clave para promover entornos más igualitarios y respetuosos.
Desde Gestión Tercer Sector, a través de nuestro equipo de igualdad y diversidad, ofrecemos asesoramiento, formación y recursos para que las entidades sin ánimo de lucro sean más igualitarias e inclusivas y cumplan la normativa vigente.
¿Qué es un Punto Lila y por qué es necesario?
Un Punto Lila es un espacio físico o simbólico que actúa como refugio y centro de información para personas que han sufrido o presenciado violencias machistas. Se caracteriza por:
- Ser visible y accesible durante acontecimientos públicos.
- Contar con personal formado en el abordaje de violencias.
- Ofrecer información, apoyo emocional y derivación a los servicios especializados.
Estos puntos son esenciales porque las agresiones machistas tienen un carácter sistémico y pueden producirse en cualquier contexto, incluso en espacios supuestamente seguros.
¿Las entidades pueden gestionar un Punto Lila?
Sí, las entidades del tercer sector pueden organizar y gestionar puntos lila, y pueden hacerlo de diversas maneras:
- Autogestionados: con personal propio formado en violencias machistas o LGTBIfóbicas.
- Externos: contratando entidades especializadas. También se debe contactar con el ayuntamiento correspondiente para solicitar permisos y ayuda al personal técnico en igualdad disponible.
- Híbridos: combinando equipos internos con soporte externo.
Es fundamental que la entidad disponga de un protocolo contra las violencias, conocido por todo el equipo, y que defina cómo actuar en caso de agresión, tanto en el día a día como en eventos.
Cómo implementar un Punto Lila en tu entidad
Para poner en marcha un Punto Lila, hay que seguir estos pasos:
- Planificación previa: definir el equipo, el modelo de gestión, la ubicación y los materiales necesarios (carpa, cartelería, teléfonos de emergencia, etc.).
- Durante el acto: hacer sensibilización, repartir materiales, actuar en caso de agresión y recoger indicadores.
- Tras el acto: hacer seguimiento, evaluación y mejora continua.
Desde Gestión Tercer Sector, te ayudamos a elaborar protocolos, formar el equipo y acceder a recursos útiles para garantizar que tu Punto Lila sea efectivo y respetuoso con las personas.